Cromoterapia aplicada a la decoración

cocina roja

Cromoterapia del griego cromo, color; terapia, de igual significado al castellano. Los fines terapéuticos del color, en este caso aplicados a la decoración. Hay colores que, sin necesidad de tener nociones de cromoterapia, nos hablan por sí mismos. La claridad, frescura y amplitud de los colores claros, la sofisticación de algunos colores como el vino y el ocre, la seriedad y sobriedad del gris…

En decoración, los colores tienen una importancia vital ya que pueden hacer variar la percepción de una habitación en tamaño y luz. La cromoterapia, además, adecúa los colores a las funciones de las estancias y a la del carácter y estado de ánimo de sus habitantes.

De esta manera, el rojo es un color estimulante indicado en tratamientos de trastornos de índole energética, con lo que a modo de ejemplo no sería apropiado abusar de él en una habitación donde tuviésemos que descansar; sin embargo, algunos detalles rojos en cocinas o salas de estar no estarán de más.

El azul simboliza paz y tranquilidad, favorece la relajación, siendo el lugar perfecto para su uso estancias como dormitorios o salas de relajación.

Los colores secundarios son mezclas de colores primarios. El naranja, por ejemplo, es un color secundario resultante de la mezcla entre rojo y amarillo. Este color es indicado en estancias donde necesitemos un proceso de «limpieza» residual de sentimientos que nos afligen, debido a que aumenta la autoestima y el optimismo. Detalles decorativos en salas o salones de estar conferirán un aumento positivo de nuestra percepción de nosotros mismos.

La armonía viene de la mano de otro color secundario, en este caso el verde, mezcla de los primarios azul y amarillo. Equilibra cuerpo y mente. De hecho, los alimentos con este color tienen propiedades desintoxicantes. No es casualidad que en los hospitales predomine este color.

Fuente cocinas carreres

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