Una habitación para estudiar y jugar

Cuando decoramos nuestro cuarto de adultos, al elegir los muebles y organizar la distribución del espacio, pensamos siempre en las actividades que vamos a realizar en la estancia y establecemos un orden de prioridades. En función de esta previsión y en la búsqueda contínua de nuestro confort y comodidad, elegimos y compramos. La habitación del niño no ha de ser menos, nosotros debemos pensar por él y ponernos en su lugar a la hora de amueblar y decorar su cuarto, para poder garantizar su comodidad a la hora de que realice todas y cada una de sus actividades cotidianas.

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Tres son las cuestiones principales a tener en cuenta, descanso, estudio y juegos, son las situaciones más importantes para el niño y su desarrollo, las actividades que debe poder realizar cómodamente, así pues, es conveniente distribuir el espacio del cuarto con una zona destinada para cada una de ellas.

La cama deberá ser confortable, decorada con los complementos textiles adecuados, con posibilidades de iluminación y acceso sencillo al apagado y encendido de la luz, por si el niño quiere leer un cuento en ella, deberá estar acompañada de una mesilla o repisa auxiliar, para colocar los objetos que el pequeño desee tener a mano durante el descanso y a la hora de levantarse, además, junto a la cama, en el suelo colocaremos una alfombra a juego con el resto de los accesorios.

La mesa de estudio, con un tamaño razonable para poder trabajar en ella con comodidad, una silla confortable y ergonómica que cuide la salud de la espalda del pequeño, bien iluminada y junto a una estantería y una cajonera u otros muebles auxiliares donde guardar los libros y los accesorios de escritorio, pinturas, bolígrafos, lápices, pegamento… y todo lo que el niño utilice en sus tareas.

La zona de juegos, requerirá de un baúl o en general algún mueble contenedor bajo, donde el niño pueda coger y guardar sus juguetes, una alfombra donde jugar sentado en el suelo y podemos completar la zona, a la vez que delimitarla, con un puf o cojines de suelo a la medida del pequeño.

Algunos complementos como una pizarra o un encerado de pared, pueden servir a varias funciones simultáneamente, el niño podrá utilizar el encerado jugando y haciendo sus tareas, en el podrá dibujar, escribir y hacer cuentas, el único problema es la cantidad de polvo que desprende la tiza, por lo que tal vez sea preferible optar por una pizarra de plástico blanco, en la que pintar con rotulador borrable.

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